Objetivos de la educación musical de 2 y 3 años de preescolar


Cantar, tocar y escuchar música en el jardín, es algo que los niños disfrutan. Le entretiene escuchar los sonidos, emitirlos con la voz. Muestran curiosidad e interés cuando descubren nuevos sonidos, sienten satisfacción cuando controlan sus acciones para producir sonidos, se sensibilizan percibiendo diferentes respuestas de los materiales sonoros. Se alegran al entonar canciones conocidas y se enorgullecen cuando siguen el hilo conductor de una nueva canción. Se entusiasman cuando cantan con otros, ponen en movimiento sus producciones y acompañan con el cuerpo la audición musical. Dramatizan sus vivencias sensibles y las transforman en sonidos, ritmos, y melodías espontáneas de su invención. Exploran su voz, los materiales sonoros y cubren el espacio con sonidos que provee su propio cuerpo, trasladando la emoción lúdica a la emoción musical. 
Entonces sobran motivos para que los niños de 2 y 3 años, entren en contacto con la música desde el jardín de infantes. 
La capacidad musical esta presente en ellos y puede crecer, si es  respetada atendida y desarrollada. Se trata de acompañar a los niños, proponiéndoles experiencias gracias a las cuales su imaginación musical cobre vuelo y su sensibilidad aflore y crezca. 
Los niños llegan al jardín con sus propias vivencias y experiencias. Son alentadas o desatendidas por su ámbito familiar. Estas experiencias previas suelen ser dispares y deben ser orientadas, completada, enriquecida. 
La docente debe actuar como puente de sensibilización  e inicio del conocimiento gradual de este lenguaje expresivo. 
Se espera que los niños lleguen a conocer y a utilizar creativamente los diferentes lenguajes. Sobre todo aquellos que no podrán ser aprendidos en otros espacios y situaciones. 
“A la escuela le corresponde la función de difundir y de acercar la producción cultural (...) abriendo y ampliando el panorama a experiencias culturales de diferentes orígenes.” 

Tomado de Lanzani P.


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