1. Contorno melódico para regular la atención de
los niños. Muchas veces decir una frase con un contorno melódico invita a los
niños a participar más que si lo dijéramos de manera hablada.
2. Ritmo como organizador sensorial. El ritmo puede actuar como organizador sensorial. Se puede utilizar un instrumento de percusión o el cuerpo para marcar un ritmo continuo y parejo durante la emisión de sílabas.
3. Tono para realizar vocalizaciones. Se puede diversos tonos para invitar al niño a vocalizar y relajarse.
4. Tonalidad y estilo para apoyar la cultura y el contexto familiar. La música es un excelente medio para ayudar al niño a conectarse con su contexto familiar. Por lo general, la música de cada cultura tiene un estilo particular y muchas veces utiliza incluso una escala musical específica. Usar esto puede ayudar al niño a sentirse seguro y en un entorno familiar.
5. Tiempo y forma para regular la emoción. Modificar el tiempo de la canción (más rápido o más lento) puede ayudar al niño a regular sus emociones, especialmente cuando se siente frustrado por su dificultad.
6. Dinámicas para organizar la integración sensorial. Las dinámicas dentro de la música la hacen más divertida para los niños y llaman su atención. La dinámicas son los cambios de intensidad en la música, como tocar suave (piano), fuerte (forte), ir creciendo en intensidad (crescendo) y/o bajar la intensidad progresivamente (decrescendo).
7. Letras de canciones para facilitar el lenguaje. Proveerle al niño la letra de la canción sirve para el niño como un apoyo a la hora de imitar palabras y emitir sonidos.
2. Ritmo como organizador sensorial. El ritmo puede actuar como organizador sensorial. Se puede utilizar un instrumento de percusión o el cuerpo para marcar un ritmo continuo y parejo durante la emisión de sílabas.
3. Tono para realizar vocalizaciones. Se puede diversos tonos para invitar al niño a vocalizar y relajarse.
4. Tonalidad y estilo para apoyar la cultura y el contexto familiar. La música es un excelente medio para ayudar al niño a conectarse con su contexto familiar. Por lo general, la música de cada cultura tiene un estilo particular y muchas veces utiliza incluso una escala musical específica. Usar esto puede ayudar al niño a sentirse seguro y en un entorno familiar.
5. Tiempo y forma para regular la emoción. Modificar el tiempo de la canción (más rápido o más lento) puede ayudar al niño a regular sus emociones, especialmente cuando se siente frustrado por su dificultad.
6. Dinámicas para organizar la integración sensorial. Las dinámicas dentro de la música la hacen más divertida para los niños y llaman su atención. La dinámicas son los cambios de intensidad en la música, como tocar suave (piano), fuerte (forte), ir creciendo en intensidad (crescendo) y/o bajar la intensidad progresivamente (decrescendo).
7. Letras de canciones para facilitar el lenguaje. Proveerle al niño la letra de la canción sirve para el niño como un apoyo a la hora de imitar palabras y emitir sonidos.
* Aportes tomados de Deanna Hanson-Abromeits
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